PINTÓ AL LIMAY, AL NAHUEL HUAPI Y HECHOS HISTÓRICOS

| 19/06/2022

Santiago Albarracín, el marino artista cuya obra se desconoce

Santiago Albarracín, el marino artista cuya obra se desconoce
"Cordillera de los Andes", obra de 1914. Portal Arte de la Argentina.
"Cordillera de los Andes", obra de 1914. Portal Arte de la Argentina.

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Es el mismo que da su nombre a la calle barilochense. Además de actuar en la escuadra que se organizó para acompañar la llamada Campaña al Desierto, tuvo tiempo para dibujar o pintar varias de las circunstancias que vivió.


La primera que aparece en la publicación reproduce la “Llegada del teniente O'Connor al Nahuel Huapi” en 1883. En la obra puede apreciarse la frágil silueta de la Modesta Victoria original, sobre aguas más bien tranquilas y al fondo, contornos montañosos que nos serán familiares. El Cordillerano ya reprodujo varias veces esa imagen. Por orden de aparición, sigue un dibujo al que su autor tituló “El Carmen de Patagones” y luego, un óleo al que llamó “Ruinas del fuerte Invencible frente a San Javier, cerca de El Carmen”. Es que Albarracín, el que brinda su apellido a una calle barilochense, no solo fue marino, también se consagró a la plástica con un valor doble: además de artístico, su legado tiene trascendencia histórica y documental, porque en la mayoría de los casos, pintó sucesos que vio o protagonizó.

Aunque parcialmente, esa faceta de su actuación fue rescatada en el Boletín del Centro Naval, edición correspondiente a mayo-junio de 1930. El autor del artículo fue el oficial de marina e historiador Teodoro Caillet Bois, quien falleció en 1949. Su camarada, “expedicionario al Desierto”, había dejado de existir en abril de 1929 así que muy probablemente, el artículo tuviera como finalidad recordarlo, al cumplirse el primer aniversario de su deceso.

Con la terminología de la época, estableció Caillet Bois que “el malogrado capitán de navío Albarracín, cuya memoria acaba de honrar el Centro Naval con un busto, cumpliendo un deber de justicia para con el iniciador de su fundación, pintó en diversas épocas cuadros al óleo evocando la participación de la marina en las campañas que condujeron a la conquista de la Patagonia para la civilización”. En efecto, tuvo mucho que ver en la fundación del Centro Naval.

“Estos cuadros, que en su mayor parte nunca fueron reproducidos, permiten reconstruir gráficamente una página de historia y tienen el mérito de ser su autor un protagonista de los hechos, lo que añade a su mérito artístico –que no ha de ser escaso, pero que por incompetentes nos abstenemos de juzgar– un valor documental indudable”, destacó el marino historiador.

En su consideración, se trató de un “caso análogo –si bien en menor escala– al del capitán inválido de la guerra del Paraguay, Cándido López, de quien tiene el Museo Histórico una valiosísima colección de cuadros sobre los principales episodios de aquella Guerra”. No sucede otro tanto con quien fuera integrante de las expediciones que intentaron remontar el Limay desde el río Negro.

En efecto, sus “telas” estaban en 1930, “dispersas en museos y galerías particulares”. De ahí que Caillet Bois se ufanara de dar “en las páginas que siguen las referentes a la Campaña de los Andes y Conquista del Neuquén, dejando para otras oportunidades las que corresponden a otras campañas”. Lamentablemente para nuestros intereses, en la versión digital que accedimos del ejemplar del Boletín Naval, están en blanco y negro, con poca definición y tamaño más bien reducido.

Tampoco nos fue fácil encontrar algunas de las obras en internet, circunstancia que torna más grave la dispersión que atañe a las obras de Albarracín. Además de las tres que ya mencionamos, el artículo de Caillet Bois incluyó reproducciones de “El Río Neuquén en la Confluencia”, en referencia al primer vapor que llegó hasta el lugar; y una tela que el pintor tituló “Caballadas rescatadas vadeando el paso de Neuquén”.

Hay uno cuya obtención debería interesar especialmente al Municipio de Dina Huapi. Se trata de otra tela que, según la inscripción, alude al “Otoño 1881. Terminación de la primera campaña. Los marinos en la carpa del general Villegas. Al fondo: los pastos incendiados por las tropas para evitar la ocupación del campo por los indios”. Ese campamento del Ejército, se levantó al este del río Limay en su nacimiento, a unos 10 kilómetros.

Otros refieren a hechos de armas y luego, hay obras que en un punto inmortalizaron a los antiguos contornos del río Limay, que como se sabe, cambiaron sustancialmente después de que se construyeran las represas hidroeléctricas en las décadas de 1960 y 1970. En uno más, el marino artista se autorretrató, en compañía de O'Connor, Obligado y otro integrante, durante una de las expediciones fluviales frustradas al Nahuel Huapi. Una lástima que de tamaño patrimonio, ni siquiera tengamos evocaciones en Bariloche al alcance del público.

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