En diciembre del año pasado, El Cordillerano reflejaba la enorme felicidad de familias del barrio Virgen Misionera por haber recibido como donación de un vecino un árbol de Navidad para comenzar a encender en las fiestas navideñas. Ayer por la tarde y a plena luz de día, lo destrozaron por completo.

La primera reacción de muchos fue de impotencia, no pudiendo creer lo que había sucedido, con la simple intención de hacer daño. Flavio Sánchez lo había construido con sus propias manos, largas horas de trabajar el hierro para regalarlo a sus vecinos. La CEB hizo la instalación correspondiente para que, cada Navidad, brillara con mucha fuerza.

“No entendemos como nadie los frenó, no sirve más, hoy lo tenemos que ir a cortar para sacarlo, quedó todo quebrado”, se lamentó una de las vecinas.

Supuestamente todo esto fue para llegar a la punta y robarse la estrella, una acto de vandalismo que, más allá del hecho en sí, es una falta de respeto hacia el Virgen Misionera en su conjunto.