Si bien se había indicado que la convocatoria para la marcha que se realizó el martes por las calles de Bariloche y desembocó en el Centro Cívico, en reclamo de justicia por la muerte de Brian Quinchagual, había salido de la Junta Vecinal Virgen Misionera, Sandra, la mamá de la víctima, personificó el llamado en su propia figura: “Yo la convoqué”, dijo y explicó: “Mi preocupación es que estoy más que segura de que él se va a declarar una persona insana”. La referencia es para Mauricio Buchaillot, quien el 7 de mayo acuchilló y mató a su hijo en la playa de estacionamiento de un supermercado ubicado en Avenida de los Pioneros.

“Tengo miedo de que lo declaren inimputable… Él no puede andar caminando por las calles de Bariloche ni de ningún otro sitio. Quiero que se haga justicia, para mí, para mi hijo, y para la sociedad en general”, expresó la mujer.

La inquietud de Sandra proviene de trascendidos de los últimos días: “Comenzaron a decir que había tenido un accidente que le dejó problemas en la cabeza… Pero yo me preguntó por qué caminaba por ahí si tenía eso…”, señaló, sin creer en esa versión que habla de que Buchaillot padecería “lagunas mentales”. 

Justamente, el día de la marcha, en el Centro Cívico, la mujer leyó un posteo de su primo, donde se hace hincapié en el tema: “Brian Quinchagual tenía dos añitos cuando su asesino fue atropellado en 2001 en un accidente; más de veinte años pasaron para que su defensa lo traiga al caso, alegando algún tipo de demencia, y así sacar provecho judicial”.

En ese texto escrito por un familiar de Sandra, se destaca que “desde el día del crimen de Brian mucha gente que conoció al asesino salió a dejarlo en evidencia acerca de que Buchaillot (que en la actualidad tiene cincuenta y cinco años) ya en la adolescencia mostraba el mismo perfil que hoy se critica”.

Consultada sobre si desde el círculo íntimo del atacante se habían intentado comunicar con ella para expresar algún tipo de condolencia, Sandra indicó: “Ni familiares ni allegados, no llamó nadie”.

Brian tenía un hijo de cuatro años. “Él está cayendo ahora sobre lo que pasó… Tiene momentos de agresividad… Ya busqué psicólogas… Quizá a nosotros no quiere contarnos lo que siente y con otra persona pueda hacerlo”, manifestó la mujer.

Sandra, además, tiene un hijo de la misma edad que el de Brian. En ese sentido, contó que ambos “se enteraron de lo que pasó de la peor manera, por los gritos y llantos que hubo en la casa”.