Elecciones, Smartmatic y el software que no aparece

Las elecciones se aproximan y el tema del recuento de votos sigue en veremos (¿dónde quedará Veremos?). La gente sensata, las mujeres y hombres que algo razonan piden que el gobierno facilite el software mediante el cual, la empresa contratada Smartmatic efectúa la transmisión del conteo de votos. Suena y es lógico. Si existe una aplicación técnica, logarítmica o lo que fuere por cuyas entrañas pasan las cifras electorales, es razonable que todos accedan al conocimiento de cómo se origina y funciona ese mecanismo. No sea cosa que entren 100 y salgan 30. O al revés. ¿Es difícil? Desde ya. ¿Es posible? Desde ya.

Desde las PASO que la oposición viene solicitando dicho software y desde entonces, el gobierno no cumple ese requisito.

Y porqué se preguntarán las almas bellas que todo quieren saber. ¿Por qué?

Hay una explicación, tan simple que asombra y tan cierta que atormenta. También puede decirse que es tan típica de este gobierno que ya no llama la atención.

El software que el gobierno utiliza no lo compró. No se lo pidió a las universidades argentinas. No preguntó en empresas que ofrecen en Mercado Libre la venta de esas aplicaciones. No. Lo alquiló. Se entiende. ¡Lo alquiló...!

Y entonces, con buen criterio, los propietarios no desean que sea abierto, no quieren revelarlo. Y como son los dueños hacen lo que las leyes de propiedad intelectual e industrial les permiten, o sea no liberarlo.

Por qué el gobierno, como dice el periodista Zuleta, “es inquilino y no propietario de sus herramientas” es otro interrogante. Curiosidad que mezcla ineficiencia, corrupción, idiotez, venalidad, ligereza y un montón de otros calificativos no muy bondadosos para los funcionarios que manejan esa área.

Igual la oposición ganó en las PASO. Esta mirada tiene más que ver con lo que debe hacerse bien que con la posibilidad de un fraude. 

Osvaldo Mario Nemirovsci