Expareja de Patricio Vargas lo había denunciado por violencia y le aplicaron una restricción de acercamiento

En una nueva jornada del juicio oral y público que se sigue contra Angélica Paine, como presunta autora del homicidio de Micaela Bravo, los jueces pudieron escuchar el relato de una expareja del querellante. No aportó ningún dato relevante en torno a la investigación, y aunque intentó eludir las respuestas, confirmó que denunció a Vargas por violencia de género y a él le aplicaron una restricción de acercamiento.

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Yenhy Riquelme, expareja de Patricio Vargas, recordó haber estado con Vargas el día de la desaparición de Micaela, el 23 de marzo por la tarde, luego de que la joven haya sido vista conversando con Angélica Paine en el jardín Mundo Nuevo al que había asistido a dejar a su sobrina.

Recordó la joven que ese día Patricio estaba desesperado y que debió buscar a su hija en la casa de su exsuegra, luego de que Teresa Gallardo lo llamara cerca de las 17 para ver si sabía algo de Micaela, ya que debía haber regresado y no lo había hecho.

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El abogado querellante Luis Terán Frías le consultó a la mujer si durante su relación con Patricio Vargas -tienen un hijo en común- había sufrido algún episodio de violencia y aunque intentó eludir la respuesta terminó confesando que sí. Más tarde el defensor volvió sobre el punto y la testigo confirmó que tras esa denuncia se le impuso a Vargas una restricción de acercamiento a su persona.

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El juez Marcos Burgos debió intervenir para recordarle a la mujer su obligación de declarar como testigo en el caso, ante la constante actitud de la testigo de eludir las preguntas. Tras ello, Yenhy Riquelme narró un hecho ocurrido mientras Micaela Bravo estuvo desaparecida: dijo que una noche a la salida de la escuela nocturna a la que concurría, se le acercó un hombre robusto y la metió en una camioneta en donde le expresó “Si abrís la boca te vamos a cortar la lengua”. Recordó que en ese tiempo era muy joven, no tenía un buen entorno y había realizado la denuncia por ese hecho.