2022-06-07

7 DE JUNIO

El orgullo de ser periodistas

Eligió la fecha un congreso de colegas en 1938, para recordar la fundación de la “Gaceta de Buenos Aires”. Durante la crisis sanitaria, las y los trabajadores de prensa fueron calificados de “personal esencial”.

Somos los que anoche mismo trabajaron hasta tarde para comunicar los detalles de la tragedia y los que hoy temprano estaban al pie, para brindar más precisiones, mientras la mayoría de la ciudad aún dormía. Somos la gente que conoce cada rincón de nuestros barrios más postergados y sabemos dónde castigan más las lluvias, las nevadas o los cortes de agua en verano.

Somos los que prestan oídos a los reclamos populares cuando simplemente, no alcanza para viajar y se hacen eco de las inquietudes vecinales cuando la prestación de los servicios públicos se torna azarosa, justo cuando más se los necesita. Somos los que siguen de cerca la evolución de la política partidaria porque, a fin de cuentas, para ejercer ciudadanía, cuanto más informados e informadas mejor.


Los nuevos tiempos donde las computadoras fueron ganando espacios.

Somos el que da cuenta de las muestras artísticas, de las nuevas canciones de nuestras y nuestros jóvenes músicos, porque como decía un viejo luchador de la cultura, el artista es nuestro vecino. La artista también… Somos los que, en los hechos, cumplimos con el precepto republicano de dar a publicidad los actos de gobierno, un aporte a la transparencia que mucho tiene que ver también con la democracia.

Somos el que sigue de cerca los hechos delictivos y los que oteamos cada mañana el estado de las rutas, para que se eviten desgracias. Somos los que se instalan en Tribunales, prácticamente mañana tras mañana, para poner a consideración de lectores y lectoras las alternativas de sucesos escabrosos y que toda la sociedad pueda ver de qué manera el Poder Judicial administra justicia.

Somos los y las que trajinan gimnasios, canchas y natatorios, y también se dejan emocionar por los logros deportivos de nuestros pibes y pibas. Somos la que está en la meta cuando llegan las y los ciclistas, las y los corredores, las y los nadadores de las aguas abiertas, con el calor del verano y la hostilidad de otoño e invierno. Somos el que anhela junto con prestadores y trabajadores, que la temporada por venir sea mejor que la anterior.

Somos los que también caminamos en las marchas e informamos de los paros y los que divulgamos la imprudencia de quienes manejan después de beber. Somos la que está atenta a las necesidades de nuestras vecinos y vecinas y el que hurga en el pasado del pueblo porque nos parece entrañable. Somos periodistas y durante la reciente crisis sanitaria se formalizó lo que ya sabíamos: somos esenciales.

La “Gaceta de Buenos Aires” no fue el primer medio periodístico del Río de la Plata, pero sí fue el que hizo punta después de la Revolución de Mayo. La historia es más o menos conocida: la fundó Mariano Moreno y en realidad, fue un periódico que tuvo como finalidad, dar a conocer la obra de gobierno. Sin embargo, un congreso de colegas que sesionó en 1938, instituyó la fecha como Día del Periodista y desde entonces, el 7 de junio es nuestro día.

No la tenemos fácil. Algunos de nosotros venimos de la época del carbónico, la Remington y el “tac tac tac” permanente de la teletipo. Otros son “nativos tecnológicos”. Todos y todas estamos expuestos a cambios vertiginosos que modificaron sustancialmente la forma de hacer periodismo y también sabemos que el lugar que ocupa socialmente la profesión es objeto de merecidas críticas. Es la época de las “fake news” y del predominio de las redes sociales. Pero el 7 de junio es nuestro día y que se permita que con orgullo, nos celebremos, porque nosotras y nosotras hacemos periodismo. Casi el sentido de nuestras vidas.

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