2022-06-05

DE CARICATURAS, CÓMICS Y MUCHO MÁS

Cristian y su vida dibujada

Los padres de Cristian Valverde, en los setenta, pasaron a ser parte de ese segmento poblacional que recurrió al exilio interno como refugio para la barbarie que en algunas partes del país se sentía más fuerte que en otras.

“En la época de los militares, mis viejos vinieron de Buenos Aires y se quedaron acá, escapando de todo el quilombo”, sintetiza Cristian, que, con cuarenta y siete años, ya forma parte de una postal imaginaria que eternizara la esquina de Mitre y Villegas, en pleno centro barilochense.

Allí, en la entrada del Banco Nación, fuera del horario bancario, se pone con sus “útiles”: lápices, pasteles y mucho papel.

Cristian cuenta que dibuja desde chico.

Al consultársele si de pequeño alguien podría haber sido una referencia vocacional, bucea en la memoria y evoca a “una tía abuela que pintaba cuadros en La Boca”.

Este hombre nacido en Buenos Aires, pero que, por las razones esgrimidas líneas arriba, a los tres años desembocó en Bariloche, no se imagina haciendo otra cosa más que dibujar.

En su "parada” céntrica, hace caricaturas y retratos.

Los retratos cuestan un poco más, claro, pero las caricaturas son realmente baratas. “La gente viene a Bariloche y compra chocolates. No está mal, pero el chocolate es caro y dura cinco minutos. Esto es algo que está hecho a mano, va a durar para siempre, y es económico”, reflexiona.

Así, por lo que sale tomarse un café –doscientos cincuenta pesos– cualquier transeúnte puede detenerse un momento para que el ojo de Cristian detecte los rasgos que destacará en su dibujo.

Si bien la “manía” del lápiz la tuvo siempre, fue al terminar el secundario que guió su deambular de manera más seria por el mundo del arte gráfico, ya que se trasladó a Buenos Aires y estudió en la Escuela Argentina de Historietas.

Cristian evoca que era normal que entre los profesores estuviera algún artista reconocido, y, a modo de ejemplo, cita al creador del cómic para adultos El Cazador, Jorge Lucas.

Al terminar de estudiar, volvió a Bariloche, y encontró en el arte callejero su modo de vida. 

Pero, más allá de esparcir sus trazos sobre el papel, a Cristian lo entusiasma “contar historias”.

Es decir, lo suyo son los cómics.

Incluso suele brindar talleres sobre el tema.

Y, curiosamente, lo de narrar lo llevó por un camino que nunca imaginó. Está por salir de imprenta su primer libro: Doctor Dante Zamorano, una novela que tiene pensado presentar en la Biblioteca Sarmiento. Dice que la historia “le cayó” de golpe, ahí, en la esquina del banco. “Es de un psicólogo… Puro realismo mágico. El personaje hace un viaje espiritual”, señala.

Además, adelanta que está transformando el texto en un cómic y, por si fuera poco, anuncia: “También se está haciendo la versión en audiolibro”.

“Siempre laburé a mano, pero la tecnología te lleva a explorar otros rumbos. Durante la época más dura de la pandemia, me dediqué a estudiar lo digital. El trabajo del futuro va a ser así, nos guste o no…”, manifiesta.

En ese sentido, indica que para el cómic en el que está inmerso utiliza ese tipo de técnica: “Lo hago a mano, lo escaneo, y después lo voy trabajando”.

“Hacer cómics lleva mucho trabajo y estudio; hay que tener mucha paciencia… Es como una película dibujada”, apunta.

Cuando se le consulta si con la labor de dibujante callejero alcanza para mantenerse, sostiene: “Se sobrevive, como en todo. Ahora está complicado, porque la gente no tiene plata, y las cosas que no son de primera necesidad se van dejando de lado”.

El fuerte de la labor de Cristian se da con los turistas. Así, explica que “cuando hay mucha cantidad de personas se trabaja bien; pero se nota mucha diferencia entre la temporada alta y la baja”.

Igualmente, él está contento. Hace lo que le gusta. Y piensa seguir haciéndolo. Si una jornada no aparece por “su esquina”, seguramente solo es porque el clima se puso más brusco que lo habitual. “Suelo estar todos los días”, afirma.

Más allá de encontrarlo allí por las tardes, también se le puede consultar por algún trabajo telefónicamente, al +54 9 294 430-0724, o bien seguirlo por Instagram (@dibujosvalverde).

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