El "Monstruo" de la Línea Sur reconoció la violación sistemática de su hijastra

El acusado deberá permanecer en prisión domiciliaria, en el pueblo donde habita, mientras espera el juicio de cesura en el que se definirá la pena que debe cumplir. Además, no podrá acercarse a los hijos que tuvo con su víctima.
           
Se llevó a cabo, en Viedma, una audiencia de juicio abreviado por un caso gravísimo de abuso sexual. El acusado aceptó que abusó de la hija de su esposa desde que tenía 11 años hasta que cumplió 20. Producto de los ataques sexuales la joven tuvo dos hijos.

Cuando el juez le preguntó: "¿Reconoce los hechos de abuso sexual con acceso carnal a una menor de edad aprovechando la situación de convivencia?", lo primero que dijo el agresor fue que la víctima tenía 13 años y no 11 años. A lo que el magistrado reiteró la pregunta. El acusado respondió que sí, con un tono peculiar que no denotaba demasiada culpa, y seguidamente agregó: “Estábamos los dos de acuerdo en hacerlo, no le hice nada que no quisiera. Lo hice de ignorante, discúlpenme, pido perdón”.

Ahora, el abusador confesó y deberá regresar a su localidad en donde permanecerá con arresto domiciliario. Si bien no será custodiado permanentemente por la policía, lo visitarán periódicamente para constatar que no abandone su vivienda.

La pena que deberá cumplir se conocerá cuando enfrente el juicio de cesura. Desde la Fiscalía anticiparon que van a pedir una condena de 12 años, los abogados de la víctima consideran que serían apropiados 15 años y la defensa del acusado solicitó 8.

Otro dato a tener en cuenta es que el acusado está próximo a cumplir 70 años (actualmente tiene 69 años), lo que implica que mientras más se demore su condena menos tiempo pasará en una cárcel y lo más probable es que ni siquiera llegue a pisar una prisión.