2022-05-31

NO CREEN EN LAS "LAGUNAS" DE BUCHAILLOT

Familiares de Brian consideran que detrás del crimen hubo odio y racismo

Una vez más, el dolor caminó por las calles de la ciudad y arribó al Centro Cívico. Fue otra ocasión donde el pesar estuvo relacionado con la muerte de un joven. Nuevamente, el sufrimiento mostró su cara para llamar la atención de la sociedad. Y, como siempre, el propósito se vinculó a la necesidad de que se haga justicia.

En la tarde del martes, cerca de las 18.30, una marcha salió de Onelli y Brown, para una hora más tarde arribar a la plaza emblema de la localidad.

Las fotos en las remeras y pancartas mostraban el rostro de Brian Quinchagual, fallecido a los veintitrés años.

En la ciudad no debe haber nadie que no sepa lo que pasó con él.

Fue el sábado 7 de mayo, en la playa de estacionamiento de un supermercado ubicado en la Avenida de los Pioneros.

Mauricio Buchaillot, de 55 años, salió del local tras Brian. ¿La razón? Aparentemente, el muchacho se coló en la fila de la línea de cajas.

En el estacionamiento, el agresor sacó un cuchillo y lo mató.

Así de sencillo, así de cruel.

Sandra, mamá de Brian, decidió organizar la marcha porque nota signos que le hacen temer que se busque la inimputabilidad del acusado.

En el Centro Cívico, la mujer advirtió: “Ahora, la defensa salió a decir que este hombre tiene lagunas, que sufrió un accidente en 2001, para que lo declaren inimputable. Todos sabemos que no es verdad. Lo hizo en uso de razón”.

“Asesinó con odio a mi hijo”, sostuvo la madre de Brian, para luego considerar: “Es un racista”.

Ante un centenar de personas, dijo: “Quiero agradecerles que me ayuden a pedir justicia”.

Habló, también, una tía de Brian, y un tío cantó a capela unas estrofas en su honor.

Entre los presentes, brindando su apoyo a la familia, se pudo ver a Mariela Martínez, madre de Lucía Loise, la adolescente que en febrero falleció por heridas de arma blanca producidas por una chica de catorce años.

En todo momento, durante el reclamo de justicia, destacó un cartel de grandes dimensiones con la inscripción: “Maurio Buchaillot es un asesino, no está enfermo”.

El mensaje fue claro: la familia de Brian piensa que detrás del crimen hubo odio y racismo, y no señales de padecimientos mentales. 

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