2022-05-23

UN CAMPEÓN DEL MUNDO EN EL CORDILLERANO

Jorge Olguín: “Desde chico jugaba a la pelota en cualquier lado”

Un ex campeón mundial de fútbol, Jorge Mario Olguín, pasó una semana en Bariloche. Nació el 17 de mayo de 1952 y seguramente aprovechó su estadía para celebrar un nuevo cumpleaños. El jugador se desempeñó como defensor en tres clubes de Argentina y en la Selección Nacional representando a la Argentina en 1978 y 1982. El mundialista visitó las instalaciones de El Cordillerano y contó a través de la 93.7 parte de su trayectoria futbolística. Habló de jugadores emblemáticos como Rene Houseman y Diego Maradona.

En los estudios de la radio contó que desde el 80 que no venía a Bariloche y “la encontré muy cambiada, con mucho crecimiento, no había tantas casas. Siempre todos queremos ver la nieve, es algo espectacular”. Olguín desarrolló su carrera deportiva en San Lorenzo, Independiente y Argentinos Juniors, en su club de origen en Alvarado de Mar del Plata, donde debutó con 14 años y en la selección de Mar del Plata, al respecto dijo: “es un linda historia que está reflejada en mi libro, llegar a San Lorenzo a Primera División fue como un sueño, pero me pidieron hacer una prueba en Quilmes y en Rosario Central. Me decidí por San Lorenzo, en ese tiempo los clubes tenían una cantidad de jugadores impresionante”.

A través del programa “Chocolate por la Noticia” que se emite por la radio de El Cordillerano (93.7) y en esta oportunidad bajo la conducción de Antonio Zidar, Héctor Arcore y Daniel Pardo, indicó que “uno de chico jugaba en cualquier lado, jugábamos en la calle, jugué de delantero, en cualquier puesto. Cuando debuté en Alvarado era un torneo que se jugaba en el verano y les faltaba un jugador, allí en la primera jugaba mi hermano y le dijo al que estaba armando el equipo ‘póngalo a mi hermano’, veían que era muy chiquito y justo dio la casualidad que estaba el técnico de la Primera de Alvarado, yo ya jugaba en las inferiores, pero ese DT pidió que me llevaran a entrenar con ellos, en Primera y ahí empecé a entrenar, a jugar en la Primera e igual seguía con las divisiones inferiores”.

Asimismo relató que “llegar a Buenos Aires, a San Lorenzo, fue un sueño, es un club muy grande, importante, era difícil llegar a Primera, con el tiempo sacaron las reservas, pusieron las terceras que eran más importantes, salimos por primera vez campeones invictos en la tercera y en los dos campeonatos que se jugaron ese año y yo estuve en los tres”. Agregó que “en ese momento en principio jugaba de 4, cuando regresé, porque yo jugaba en la reserva con edad de quinta, cuando sacaron la reserva volví a mi división y dirigía Miguel Bordón, un jugador impresionante y allí es donde Duchini me empieza poner de central o de 4, en cualquiera de los dos puestos”.

 “Cuando yo tenía 14 años e iba a los entrenamientos veía jugadores que tenían un nivel muy importante, para mí fue una sorpresa muy grande que me convocaran. Siempre desde chiquito tenía la idea de ser jugador de fútbol, vivía a dos cuadras de la cancha de San Martín, el viejo estadio y me la pasaba ahí. Era amigo del hijo del canchero y los dos entrábamos a la cancha y hacíamos como que jugábamos partidos. 11, 12 años, yo estaba todo el día en la calle tratando de jugar en cualquier lado y conocí mucha gente que ayudó a muchos chicos a llegar a los clubes”, dijo.

Olguín también tuvo un momento complicado en su vida, “fue cuando empecé el colegio, de 5 para 6 años tuve un problema, me golpeé una pierna, tuve un año y medio sin caminar. En aquel entonces la medicina no estaba muy avanzada. Lo sufrí muchísimo, fue difícil, gracias a Dios pude salir adelante”.

Ya con más edad mencionó que “llegué a la selección de 1978 con 24 años, con esa edad jugué el mundial. La llamada de (César Luis) Menotti fue algo increíble, muy cómico, porque no fue una cosa directa, ni de Menotti, ni de AFA (Asociación del Fútbol Argentino), nosotros jugábamos el clásico con Huracán y en ese momento el equipo no andaba muy bien, yo jugaba en el medio de 5, pasaba Houseman de un lado para el otro, al lado mío y me decía ‘quedate tranquilo que te lesionás y no te van a citar’. Yo lo veía y él cada vez que pasaba me decía lo mismo, cuando terminó el partido fui y le pregunté. '¿Por qué me decías esas cosas?', yo ni soñaba con llegar a la selección, soñaba con el equipo (San Lorenzo) con la idea de ir más arriba porque en ese momento íbamos mal y me fui a mi casa. A la mañana me llamaron por teléfono de AFA, eso quería decir que Houseman sabía y a él le habían dado un formulario para llenar donde le preguntaban a su criterio qué jugador podían convocar, eso fue cuando estaba Zubeldía en San Lorenzo y se ve que me puso a mí. Antes la mayoría de los periodistas armaban los equipos, ponían a los 4/5 jugadores de los clubes más importantes y quedaban afuera todos los jugadores que jugaban en el interior o en equipos más chicos, no había una vista general para hacer una buena selección. El Flaco (Menotti) ahí presentó ese proyecto, lo llevó adelante y empezó la guerra del periodismo contra ese nuevo esquema”.

Consultado sobre si la situación futbolística fue empañada por la dictadura y ¿qué sabían o no los jugadores?, señaló que “en ese momento el periodismo tiraba de todos lados para hacerlo quedar mal (a Menotti), por ejemplo tuve un problema con Macaya Márquez, él me hizo un reportaje luego de la primera ronda cuando fuimos a Rosario y él allí me hizo una nota donde me preguntó '¿explíqueme cómo pudieron llegar a la segunda ronda teniendo la peor defensa del Mundial?', qué le podés decir. Tiempo después yo estaba dirigiendo Argentinos Juniors y me toca un reportaje con él (Macaya Márquez) y salió el tema de la selección, que él había ayudado y lo le dije ‘no ayudaron, todos los comentarios después de los partidos eran que teníamos que irnos todos’, como pasaban antes de la serie internacional que se hizo en la cancha de Boca. Había en ese momento dos revistas, radios, El Gráfico y Goles, esta última estaba en contra. Ellos armaban una selección y no estaba ninguno de nosotros”.

Otra situación que contó Olguín fue con “Bilardo cuando fue a México, donde ya no tenía tanta contra del periodismo, esas cosas no deberían pasar. Ellos hablaban que estaban frustrados con respecto a cómo jugaba el equipo. En ese momento los jugadores hicieron una reunión y se querían volver, se ve que después se pusieron de acuerdo y siguieron adelante, es feo encontrarse todos los días con las revistas donde dicen ‘este tiene que estar, este otro no’".

Volvió al entrevistado con el tema de la dictadura al mencionar que “nosotros veíamos a los militares que estaban cerca de nosotros, nos acompañaban en el micro, estábamos en la concentración rodeados, había muchos muchachos jóvenes, a la noche por ahí empezaban a los tiros, a la mañana aparecían caballos muertos, una vaca, cuando estábamos nosotros en Mar del Plata, era eso, nosotros nos veíamos nada”.

En el mismo rumbo con el paso de los años sucedió que “un día un muchacho amigo que estaba en la Dirección, me invitó a la ESMA, hicieron un evento y participaron algunas de las personas que estuvieron presas. La verdad que lo que me contaron fue terrible, no podía hablar, empecé a llorar, no podía creer lo que hacían y ellos nos decían que estaban felices con nosotros porque sentían los goles y empezaban a gritar, por más que les pegaban, le hacían de todo. La verdad que no puedo creer que había gente por ahí y que hoy siguen hablando, gente que cree que nosotros tuvimos algo que ver. Nosotros estuvimos 6 meses concentrados, anda a pedirle a alguien que vaya dos semanas a concentrase, no va nadie, no se quieren concentrar, quieren jugar. Nosotros estuvimos 6 meses concentrados, adentro, yo tenía mi señora embarazada, ella venía los domingos a verme y después se tenía que ir”.

Sobre las versiones de la vida íntima de los jugadores que hoy trascienden explicó que “en aquel tiempo no había tantas posibilidades que el periodismo armara cosas como las que arma hoy, la televisión recién empezaba, era todo de radio y esas cosas eran difíciles de probar. Ahora hay redes de todo tipo, a veces miró la televisión y le digo a mi señora ‘a vos te parece que se sepan cosas íntimas de este muchacho que está jugando al fútbol y salga que tiene problemas con la mujer’, sale todo, les cuentan todo, salen cosas de todos lados. Antes esas cosas no pasaban, igual era muy difícil que antes algún muchacho llevará algo hacia dentro del vestuario o al grupo. Creo que esas cosas no pasaban porque no tenían nada que ver con nuestros entrenamientos o cuando jugábamos”.

El jugador mundialista compartió con otros grandes jugadores como Trobiani o Houseman y hasta con el mismísimo Diego Maradona por ese entonces un juvenil que entrenaba con la selección mayor, “y yo decía '¿qué hago con estos muchachos?', yo no quería estar ahí, hoy la realidad es otra, surge un jugador y enseguida se lo llevaban a Europa. Además compartir con Diego lo agradezco muchísimo, disfruté mucho viéndolo, las cosas que hacía ese pibe eran de locos, era espectacular.

En esta primera parte de la entrevista Jorge Olguín finalizó al analizar: “creo, y no es para entrar en discordia, que en el Mundial de 1978 Maradona no tenía que estar porque es difícil que cuando vos tenés a un grupo 6 meses concentrado y trabajando venga un pibe que no estuvo y lo dejen allí adentro. Cuando Menotti nombró a los dos que iban a quedar afuera, Diego no estuvo en ese momento, hay gente que dice que estuvo. De cualquier manera, a Diego le sirvió muchísimo haber estado entrenando con nosotros, porque todo sabíamos que él iba a seguir y con una actuación maravillosa como cuando salieron campeones juveniles en 1979. Incluso en el Mundial del 82, a él lo mataron a patadas, aún no estaba preparado como lo estuvo después en el 86”.

 

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